16.5.09

Aspectos generales de la fertilización ecológica

Para llevar al campo una técnica de fertilización que se encuentre acorde con la Naturaleza y esté en equilibrio con la misma, debemos primero tomar en cuenta algunos aspectos teóricos que describen el comportamiento del Reino Mineral en esa fusión que se denomina "capa de suelo cultivable".

Es importante empezar mencionando los componentes que tiene el suelo, puesto que allí se desarrollo la actividad nutricional de las plantas y debe ser analizado en detalle; el suelo, desde este punto de vista tiene tres fases, como se muestra en la figura.

Componentes del Suelo. Fases Sólida, Aérea y Coloidal.

a) La Fase sólida, que esta formada por partículas o fragmentos de roca, constituídas por diversos materiales químicos; estas partículas se clasifican desde el punto de vista agrícola según su tamaño en Arenas (las mayores, representadas en color marrón), Limos (de tamaño intermedio y representadas en gris) y las arcillas (de menor tamaño y de color azul plateado).
b) La Fase Aérea, también llamada espacio poroso la constituye el espacio que se encuentra entre partícula y partícula del suelo.
c) La Fase Coloidal, que se genera por la presencia de agua que es retenida en la superficie de las partículas sólidas; es un estado coloidal, porque además de agua, se encuentra formada por elementos químicos "libres", que son retenidos por eléctricamente por iones del suelo que atraen un conjunto de partículas del agua.

Esta última fase, la coloidal tiene una especial importancia en el proceso de fertilización, pues los pelos absorbentes de la planta toman el alimento de esa fase y si esta no existe, la alimentación radicular no es posible.

La fertilización consiste entonces, en manejar equilibradamente esta fase del suelo; en favorecer la cantidad de agua del coloide y propender por la máxima cantidad de iones libres de una gran diversidad de elementos químicos, de modo que la planta los puede absorber y utilizar fácilmente, según le convenga a ella.

Esta última frase es de vital entendimiento; no podemos pretender "programar" a la planta para que "deba" alimentarse de un grupo o paquete de elementos químicos; en necesario entender que es la planta, con las condiciones particulares del medio en el que se desarrolla, quien debe natural y sabiamente "decidir" que elementos le convienen mas; nosotros tan sólo debemos procurar poner en la fase coloidal la mayor cantidad de elementos libres posibles; para ello recurrimos, desde el punto de vista trófico (de la alimentación), a la ecología, pues dependemos de la forma como se mueve la energía producto de la alimentación de los diferentes seres y de los subproductos generados en esta alimentación, para garantizar biodiversidad de elementos químicos.

Este concepto es explicable de modo más sencillo, si damos un ejemplo; si nosotros tuviéramos sed y estuviéramos en un sembrado de sandías, podríamos teóricamente suplir nuestra necesidad; pero si los frutos están verdes, no serían fácilmente asimilables por nuestro cuerpo; algo similar ocurriría si en vez de adultos fuésemos niños de 6 años, sin la fuerza o habilidad que tiene un adulto, pues aun cuando los frutos estuviesen maduros y disponibles, no sería fácil para nosotros suplir nuestra necesidad.

Es importante notar que en el primer caso, si consumimos los frutos verdes, podemos aliviar parcialmente la sed, que representaría nuestra necesidad, pero estaríamos expuestos a enfermedades, pues no es la forma natural en la que asimilamos ese alimento y allí, la fertilización se puede llegar a convertir en un factor que nos debilite ante el embate de un ataque de plagas, enfermedades e incluso de alteraciones climatológicas.

Ya con estos conceptos claros, tenemos que mencionar que existen algunas acciones, labores o prácticas que ayudan a ubicar los elementos químicos en cantidad y disponibilidad, en esa fase coloidal del suelo, muchas de las cuales han sido referidas repetitivamente en las lecturas de este curso.

Mencionaremos varias de ellas, aclarando que la principal herramienta, maquinaria y fertilizante, es tener vida en el suelo; de esta forma, no es posible hablar de una fertilización natural, que no sea ecológica, pues depende y es dependiente de los organismos que transformen permanentemente esos nutrientes y los transformen en otros mas simples o complejos; para lograr este propósito general, podemos utilizar prácticas como:

  • Manejar cultivos con bajo o cero laboreo.
  • Manejar coberturas vegetales, muertas o vivas, pero preferiblemente estas últimas, por cuento nos ahorran trabajo.
  • Introducir y/o devolver al suelo suficientes cantidades de material microbiano, que incrementen o mantengan la fertilidad y la actividad biológica.
  • Manejar rotaciones y abonos verdes.
Todas estas prácticas son importantes, pero lo imprescindible es considerar que no debemos obligar a la naturaleza a alimentarse o a dejar de hacerlo, lo que puede entenderse como moraleja cuando se estudian los diferentes escritos y otros artículos sobre Trofobiosis, por ejemplo y, que deberían ser la base de la llamada Agricultura Orgánica.

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