16.5.09

El Compost

Es un abono orgánico compuesto o complejo, que se obtiene al mezclar varios tipos de restos vegetales y animales, dentro de un montículo que se cubre con el propósito de acelerar el proceso de descomposición natural de estos desechos orgánicos; dicha descomposición es generada por una diversidad de microorganismos, que actuarán en este medio húmedo, caliente y aireado; el resultado final es un material de alta calidad fertilizante y con un alto contenido de microorganismos benéficos para el suelo y para la apropiación de nutrientes a las plantas.

Generalmente lo desechos orgánicos presentan algún contendido de microorganismos, pero frecuentemente es necesario introducirlos en la pila de compostaje para acelerar el proceso; recordemos que las principales fuentes de microorganismos son la levadura, los fermentos lácticos y el E.M.; es necesario indicar que el compostaje es un proceso de fermentación exotérmica (con liberación de calor) y debe tenerse en cuenta que estos microorganismos mueren a temperaturas superiores a los 45ºC, por lo que debe controlarse la temperatura y airear cuando sea necesario.

Materiales

Existen diversos materiales para construir una pila de compost; teóricamente podemos emplear cualquier tipo de residuo siempre y cuando sea orgánico (no bolsas plásticas, ni envases, ni recipientes de sustancias químicas); en Líneas generales tenemos varias fuentes, como las que se mencionan.

Fuente de Materia Carbonada: (Rica en celulosa, lignina y azúcares). Por ejemplo, Aserrín de madera, ramas y hojas verdes de arbustos, desechos de maíz, malezas secas, paja de cereales (arroz, trigo, cebada), desechos de cocina.

Fuente de Materia Nitrogenada: (Rica en Nitrógeno). Por ejemplo, Estiércoles (de vaca, cerdo, oveja, cabra, caballo, conejo, cuy, aves, entre otras), sangre, hierba tierna.

Fuente de Materia Mineral: Aquí podemos introducir los elementos minerales que nuestro cultivo requiera. Por ejemplo, cal agrícola, roca fosfórica, tierra común, agua, ceniza vegetal (esta es fuente de potasio al igual que la melaza, la cual además incrementa el metabolismo de los microorganismos, pues les provee energía.

Fuente de Microorganismos: (Para acelerar y/o estabilizar el proceso de compostación). Levaduras, E.M., leche fresca, yogur, kumis, fermentos lácticos, cunchos de chicha o cualquier otra bebida fermentada.

Construcción alternada de capas de materiales que realicen diversos aportes

Montaje de la Compostera

1. Se arma una cama de palos que se atraviesan para soportar la estructura y que quede como ilustra la figura.
2. La idea es ir apilando materiales como una especie de 'lasaña', e ir ubicando palos atravesados, que se retirarán al dia siguiente para que circule el aire por los orificios que ha formado.
3. Debemos mantener la pila húmeda y tapada con paja o tierra y un plástico (si es negro se incrementará la temperatura y se acelerará el proceso pero podemos perder microorganismos)
4. Controlemos la temperatura para saber si los materiales se están descomponiendo; las temperaturas óptimas son de entre 20-25 a 70-80 °C.
5. Debemos remover el montón 1 vez cada mes.
6. Para activar el proceso de descomposición de la compostera, se puede aplicar 200 ml de una solución madre de EM (microorganismos eficientes) + 200 ml de melaza en 20 litros de agua por cada m2 de compostera.

Manejo del producto Final

El producto final se puede ver fácilmente, pues presenta una textura mullida y de colores negros, similar al abono de lombriz o la tierra negra. Se emplea como fertilizante radicula,r por lo que se aplica en corona o entre las calles de las eras del cultivo objetivo.

© 2006-2007. AGRICULTURA SENSITIVA. Derechos reservados. Prohibida su reproduccion total o parcial, sin referenciar la fuente y el Autor, que aparecerá en la parte inferiro del texto; en caso de que no aparezca relacionado, el Autor se referenciará como ARDILA N., LUIS R., [Nombre del Artículo]. (En línea) En: http://www.agriculturasensitiva.com/. Visitado: [Fecha de visita]

Técnica del Acolchado - Mulching -

Al Mulch, se le conoce también como técnica del acolchado; básicamente consiste en ubicar una capa de material vegetal sobre el suelo que rodea las plantas; los materiales que se pueden usar para trabajar esta técnica son forraje, paja, virutas de madera, cortes de pasto, malezas y hojas.

Beneficios del Mulching

El acolchado protege el suelo

Suelo sin coberturasLa lluvia fuerte puede alterar la estructura del suelo y ensuciar el corte de material. No se protege la micro y mesofauna existente en el perfil de suelo de las altas temperaturas, haciendo que el suelo se endurezca excesivamente; similar a lo que ocurre cuando no hay malezas, sin el mulch se desfavorece la presencia de aire en el suelo y se incrementa la resistencia de las raíces de la planta, que buscan nutrientes.

Suelo con mulchPor el contrario, con el mulch el agua penetra lentamente en la capa del acolchado. El suelo mantiene su estructura y las plantas se mantienen limpias y menos propensas a enfermarse.

El Mulch impide la pérdida de agua de la superficie de suelo

Suelos sin cobertura y con ella

Esto es particularmente en climás cálidos o en veranos con alta radiación solar. El sol calienta la superficie del suelo descubierto, evaporando gran cantidad de agua y eliminando una gran cantidad de microorganismos que ayudaban a las plantas a asimilar nutrientes; hay que regar mucho mas. El acolchado da sombra al suelo y mantiene fresco el perfil, en donde los microorganismos realizan su labor de una forma eficiente.

El Mulch impide el crecimiento y establecimiento de malezas nativas

Crecimiento de las malezas con el acolchado

Es la única característica que, personalmente, me parece crítica de este esquema, porque las malezas ciclan los excesos de nutrientes, por lo que hay que prestar mucha mas atención al esquema de fertilización, para no generar esos desequilibrios.

Manejo del Mulch

Este proceso se aplica a suelos desnudos o con portes bajos de malezas y es muy útil en verano o en climas cálidos.

1. Aplicar al suelo desnudo, abono compostado o tratado (picado y seco) preferiblemente en las calles internas de las eras (no en las que separa a las eras, sino en las que separan las filas de plantas).

2. Humedecer muy bien este abono.Labor de recolección del material para el acolchado

3. Tapar con el material de acolchado y mojar muy bien esta capa.

4. Fertilizar como de costumbre (aún cuando puede disminuirse la concentración; pero eso dependerá directamente del abono que se aplicó en el paso 1 y del tipo de cobertura que se aplicó), mojando muy bien toda la era.

5. Como la idea es que los microorganismos se favorezcan, podemos introducirlos; también podemos aplicar algunos preparados que tengan melaza al mulch para incrementar la actividad de los mismos.

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El Método de la agricultura Biodinámica

Me he permitido reflexionar sobre ciertas preguntas que habitualmente me hacen los productores y algunas personas en nuestros seminarios y capacitaciones, que explicarán una de las bases de nuestro modelo de Agricultura Sensitiva. Cualquier comentario o pregunta adicional que tenga, por favor comuniquese conmigo, que con mucho gusto lo atenderé.

1. ¿Qué significa la expresión agricultura biodinámica?
El método de agricultura biodinámico se desarrolla desde 1922, a partir de las indicaciones y consejos dados por el filósofo croata Rudolf Steiner , conocido por su visión del mundo llamada "Antroposofía" o "Ciencia Espiritual".

El calificativo "biodinámico" significa que se trabaja de acuerdo con las energías que crean y mantienen la vida. Este era el objetivo que buscaba el primer grupo de agricultores que, animados por Rudolf Steiner, se dedicaron a experimentar sobre el terreno a fin de verificar la validez del nuevo método. Ellos lo llamaron método "biodinámico", partiendo de dos palabras griegas: "bios", vida y "dynamis" energía.

El empleo de la palabra "método" implica no sólo fabricar abonos de una nueva forma (circunstancialmente orgánicos), sino sobre todo respetar ciertos principios para asegurar la salud de la tierra y de las plantas, y para procurar una nutrición sana para los animales y al ser humano.

2. ¿Cuáles son los principios básicos del método?
a) Restituir a la tierra la materia orgánica que tanto necesita en forma de humus de la mayor calidad posible, a fin de mantener la fertilidad.

b) Crear un equilibrio entre las diversas funciones de la tierra. Esto implica que la tierra no se considera como una simple mezcla o agregado de substancias minerales u orgánicas, sino como un auténtico sistema vivo. Nosotros no titubeamos al hablar de "tierra viva". Por esta expresión designamos a la vez la vida microbiana albergada en la tierra y las condiciones en las que ella se puede estabilizar, mantener y desarrollar.

c) El método biodinámico, como se puede referenciar en otras lecturas de nuestra página, no niega la importante función de los componentes minerales de la tierra, especialmente de los elementos o compuestos llamados "fertilizantes", como el nitrógeno, los fosfatos, la potasa, la cal, el magnesio y los oligoelementos. Pero afirma que la utilización juiciosa de la materia orgánica constituye el factor básico para la vida de la tierra (recordemos que ya subrayó Steiner en 1924 la importancia de los elementos más sutiles, los oligoelementos, en los procesos de crecimiento normales y patológicos).

No obstante, el método biodinámico es algo muy diferente a cualquier método de agricultura biológica. Representa una vía auténticamente científica para la producción de humus. Su fin no es simplemente aplicar materia orgánica más o menos descompuesta a la tierra, sino obtener un humus estable y duradero, resultante de una digestión completa de la materia orgánica bruta, y es este humus elaborado el que abonará la tierra.

En este aspecto, el método biodinámico difiere de lo que se llama comúnmente agricultura biológica. Para esta última no importa el tipo de materia orgánica con que se forma el montón de compost. Mientras que en el método biodinámico los restos orgánicos que se emplean para fermentar el compost son transformados gracias a los "preparados" o al "inóculo para el compost" biodinámicos. [El "inóculo" es una fórmula puesta a punto por Pfeiffer a partir de los preparados, pero de empleo muy simple.]

No se debe olvidar que la época de la creación del método, durante los años 1922-1924, y a continuación durante el período de experimentación, de 1924 hasta alrededores de 1930, la agricultura estaba dominada por las concepciones químicas derivadas de las investigaciones de Julius Liebig sobre los elementos minerales mayores. La regla era una óptica particularmente miope: se considera que el nitrógeno, el fósforo, el potasio y el calcio por sí solos eran importantes para la fertilización; se ignoraba totalmente la función de los oligoelementos y, en resumen, se miraba al estiércol como algo despreciable, hasta como una inmundicia que lo mejor era hacerla desaparecer de una forma o de otra.

Pasados los años 30 aparece un cambio de actitud fundamental hacia el valor del estiércol y del compost, que se concreta a partir de los años 40. Después de 1950, más o menos, se agrega la importancia de los oligoelementos. Las cosas ahora han evolucionado tan bien, que hasta en la escuela agronómica ortodoxa el estiércol y el compost han recuperado la importancia que merecen tener en una agricultura moderna.

d) El método biodinámico no consiste solo en un tipo particular de abonado, sino, como también esta referido en estas lecturas, en utilizar juiciosamente todos los factores que determinan la vida y la salud e la tierra. Es necesario comprender que la vida implica otra cosa además de las moléculas orgánicas e inorgánicas.

La vida y la salud dependen de la interacción de la materia y la energía. El crecimiento vegetal se efectúa bajo la influencia de la luz y del calor, es decir de dos formas de energía radiante que la planta, gracias a la fotosíntesis, transforma en energía química. Los vegetales no se componen sólo de elementos minerales o de materia inorgánica, la cual constituye nada más que del 2% al 5% de su sustancia (hasta el 10% en ciertas plantas silvestres o en ciertas "malas hierbas") sino sobre todo de materia orgánica, de proteínas, hidratos de carbono, celulosa, almidón, que provienen del aire (dióxido de carbono, nitrógeno, oxígeno). La materia orgánica forma una gran parte de la masa de la planta, del 15 al 20%, pero el agua constituye siempre la mayor: el 70% ó más.

e) La interacción de todas estas sustancias y los factores energéticos constituyen un sistema equilibrado. La misma tierra debe "estar sana" o si se prefiere equilibrada, para transmitir a la planta la nutrición y las Energías que le permitan crecer. Nosotros no vivimos sólo de sustancias, de materia, sino que la aparición de la vida y su mantenimiento necesitan también ciertas Energías. Este es el objetivo o incluso la idea básica de la biodinámica: establecer un equilibrio entre todos los factores que sostienen y favorecen la vida.

f) Al limitarse al nitrógeno, fósforo y potasio, se descuida el importante papel de los biocatalizadores, es decir de los oligoelementos, los enzimas, las hormonas de crecimiento y otros vectores de reacciones energéticas. Como he dicho antes, ya en 1924 Rudolf Steiner había atraído nuestra Atención sobre el importante papel que juegan los elementos más sutiles, los oligoelementos, dentro del desarrollo normal de los procesos fisiológicos y del mantenimiento de la salud. Hoy se trata de hechos comprobados, como también lo son la importancia de los enzimas y las sustancias del crecimiento. El tratamiento particular del compost y el estiércol que caracteriza al método biodinámico, se apoya en el conocimiento de estos factores enzimáticos, hormonales y otros.

g) Las rotaciones convenientes permiten restablecer o mantener el equilibrio de la tierra. En agricultura a gran escala como también en las huertas e incluso en silvicultura, a las cosechas que fatigan y agotan la tierra deben suceder cultivos poco exigentes o incluso fertilizadores. Así, una tierra a la que se le pide mucho esfuerzo para producir, por ejemplo, con maíz, papa, tomate o col, debe beneficiarse de un período de recuperación. Por eso se siembran cultivos enriquecedores como las leguminosas, o se transforman temporalmente los campos en praderas cubiertas de trébol o alfalfa, que restablecen una situación favorable desde el punto de vista del nitrógeno y del humus. Las cosechas agotadoras y los laboreos intensivos consumen el humus. Siempre hay que dar a la tierra tiempo para recuperarse.

h) El entorno de una granja o una huerta tiene la mayor importancia. Está muy claro que el aire contaminado, cargado de los residuos de la combustión de fábricas y ciudades, los humus de la gasolina y del A.C.P.M. o la lluvia que contiene ácido sulfúrico, perjudica el crecimiento de los vegetales. Muchos otros factores afectan de manera menos visible el funcionamiento de un sistema vivo. La deforestación que entraña la erosión de las laderas de las colinas, puede destruir el equilibrio hídrico y bajar el nivel de la capa freática. Se conoce muy bien, desgraciadamente, el fenómeno de la desertización provocado por el ser humano. Desde los primeros años del movimiento biodinámico, uno de sus objetivos primordiales era restablecer unas condiciones ambientales más beneficiosas: protección de los bosques, protección contra el viento, regulación de las aguas. Podemos afirmar que si el método se hubiera aceptado antes de 1930, no habría sido necesario crear en Estados Unidos, a partir de 1935, las "Agencias de Conservación de Tierras".

i) La tierra no es solamente un sistema químico, orgánico y mineral, sino que posee también una estructura física. Para asegurar una fertilidad duradera, la tierra debe quedar grumosa y plástica, profunda y aireada. (Ver: Principios de fertilización ecológica ). Se debe conocer bien las causas de la desintegración de la tierra (como el laboreo de tierras muy húmedas, particularmente las labores profundas de arcillas impermeables) y las causas de formación de las suelas de labor. El método biodinámico insiste con fuerza en la necesidad de adoptar prácticas culturales convenientes a fin de evitar este género de daños. Muchos agricultores "biológicos" han sufrido graves fracasos y han arruinado su tierra al descuidar este primer punto.

3. ¿Está reservado el método biodinámico a un pequeño grupo de personas o puede ser utilizado por todo el mundo? ¡Cuáles serían las etapas para practicarlo?
Ciertas personas de fuera de los círculos biodinámicos, han dicho que el método biodinámico representa la perfección de los principios de la agricultura biológica. Pero esto no significa que la agricultura biodinámica deba estar restringida a un pequeño grupo de personas. Todos los agricultores dispuestos a mejorar su compost y estiércol, a perfeccionar sus prácticas culturales, a rotar los cultivos, pueden aplicar los principios del método. He aquí los pasos necesarios:

a) Elaborar correctamente el montón de compost (Ver: El compost )y de estiércol y tratarlo con los "preparados". No debemos despreciar los desechos vegetales, y especialmente debemos, en lugar de quemar la paja y las hojas muertas, utilizarlas para el compost. Recoger todos los materiales orgánicos que se puedan pero no esparcirlos frescos, sin descomponer por el huerto o los campos. El compostaje del estiércol y de otros desechos orgánicos permite aprovechar los efectos benéficos de la actividad microbiana. En particular antes de sembrar o plantar, aplicar el humus bien fermentado, en el que el nitrógeno no está inmovilizado, sino por el contrario disponible libremente. El empleo de los preparados o inóculos de compost biodinámicos ayuda enormemente a conseguir el propósito deseado, es decir la obtención de un humus de buena calidad, resultante de los procesos internos del compost.

b) Introducir cultivos de cobertura y rotaciones juiciosas a fin de proteger y no agotar la tierra. En este tema ayuda enormemente el Modelo de Biotecnología Tropical o Modelo de sol y malezas, del Ingeniero Nasser Ioussef, otra de las "ciencias" que aplicamos en Agricultura Sensitiva.

c) Sembrar abonos verdes, pero cuidando de voltearlos o enterrarlos convenientemente, sin trastornar la vida de la tierra ni bloquear el nitrógeno. Cada vez que sea posible, en los huertos en particular, practicar el acolchado. Hemos comprobado que es tan importate como sembrar, el "dejar que crezcan" las plantas del lote, con lo que se consigue el mismo efecto.

d) Mejorar las técnicas de trabajo de la tierra. Siempre diremos que el mejor trabajo para el suelo es permitir que en él exista vida.

e) Tomar las medidas necesarias para controlar los factores ambientales: protección contra el viento, drenaje, control de los desagües, entre otros.

4. ¿La transformación al método trae consigo gastos suplementarios?
Es cierto que la construcción del montón de compost requiere mano de obra suplementaria, pero podemos arreglárnoslas para efectuar esta operación en un momento que no coincida con los períodos principales de trabajo agrícola.

Por otro lado, si se considera que la preparación conveniente del estiércol o del compost permite evitar las pérdidas de elementos nutritivos solubles, se debe admitir que no se trata de un gasto de mano de obra inútil. En fin, no se debe olvidar que las dosis de compost tratado y bien descompuesto que debemos aplicar a los campos son muy inferiores a las de estiércol fresco o de compost bruto, de ahí que se ahorra tiempo y desplazamientos en el momento del abonado, en un período del año en el cual el tiempo es importante. A largo plazo, el trabajo y los gastos suplementarios necesarios para el compostaje están bien empleados y son compensados por auténticas ventajas. Se evita la pérdida de elementos nutritivos y se gana el tiempo en otros trabajos de la finca o del huerto. Incluso aparece que no es tan necesario remover la tierra porque ésta, rica en humus, sigue mullida y plástica. En resumen, el valor fertilizador del estiércol y del compost se acrecienta considerablemente. Añadamos que las demás técnicas propias del método biodinámico prolongan considerablemente el efecto fertilizante.

5. ¿Puede una finca llegar a ser enteramente autosuficiente desde el punto de vista de los elementos fertilizantes o será siempre necesario adquirir un complemento exterior?
Esta pregunta se puede responder sólo caso a caso. Si existen insuficiencias, está claro que hay que remediarlas, pero la aplicación del método biodinámico permite al agricultor reducir progresivamente al mínimo la compra de abonos al exterior. El déficit da humus es muy importante, porque sin humus no se puede mantener ni mejorar la tierra y eso es la primera cosa a tener en cuenta. Una tierra que tiene menos del 1,5% de materia orgánica vive de lo que se le da; por encima del 2% puede acumular reservas. Sólo cuando se logra un nivel estable y persistente de actividad biótica, se puede apreciar lo que hay que traer del exterior.

Muchas veces descubrimos que existen reservas escondidas de materia orgánica en la tierra, que sólo hay que volverlas disponibles. En las tierras mineralizadas ya no existen reservas. En realidad, la respuesta a esta pregunta depende también de la manera en que se rotan los cultivos. El trigo o el maíz cultivados sobre el mismo terreno durante muchos años no pueden dejar de agotarlo cualquiera que sea la cantidad de materia orgánica aportada. Es absolutamente necesario intercalar años dedicados a cultivos que conserven o protejan la tierra, entre los años que la agoten. Pero en la práctica ese problema de autosuficiencia se ha resuelto en muchas fincas biodinámicas.

6. ¿La práctica del método necesita de estudios o capacidades especiales?
Cualquier agricultor u horticultor puede llevar a cabo el método aunque sea poco hábil o experimentado. Sólo necesita hacer los escasos esfuerzos antes mencionados. Pero en todos los casos al menos debe conocer la manera de cultivar correctamente, antes de esperar cualquier éxito. No hay que imaginarse jamás que utilizando la biodinámica o cualquier método biológico, se puede escapar a la necesidad de tener una experiencia práctica. En la medida de lo posible tenemos que esforzarnos en beneficiarnos de los consejos dados por los especialistas serios (una de nuestras principales debilidades es la aparición de profesionales mediocres que, carentes de toda experiencia, restringen y satanizan todos los medios de producción que no conocen). Primero se debe hacer un inventario de los medios y las posibilidades, a fin de establecer un plan de transformación coherente.

7. ¿Por qué se conoce tan poco y se practica tan poco la agricultura biodinámica?
Los procedimientos de la agricultura biodinámica eran bien conocidos por los que los combatían, desde el ámbito de los abonos químicos. Para estos adversarios debían representar un peligro real. De eso hace 20 o 30 años [Pfeiffer escribió estas líneas en 1956]. Pero ahora todo el mundo admite que existen los equilibrios biológicos y se esfuerzan en comprenderlos, lo mismo que los principios de la agricultura biológica son cada vez más en general.

Pero existen razones por las que el método biodinámico no es conocido más todavía; sin embargo, se deben a la naturaleza humana y no a problemas agrícolas. Para la mayor parte de las personas es casi la cosa más difícil del mundo cambiar viejas costumbres o hábitos profundamente arraigados y ponerse a pensar en términos de equilibrio biológico, de vida y salud de la tierra en vez de razonar simplemente con el famosísimo NPK.

El método biodinámico no ofrece nunca la mejor receta acabada , en cambio exige la coordinación de todas las actividades de la finca dentro del marco de un programa a largo plazo. También está el hecho que muchos agricultores piensen únicamente en términos de producción cuantitativa y no de calidad. Sólo se aplican los métodos que prometen los mayores rendimientos. Pero éstos dependen de muchos factores independientes de la aplicación de la biodinámica: aprovisionamiento de agua, exceso de lluvia o de sequía, calidad de las semillas y sobre todo del agricultor mismo. Lo que nosotros podemos mostrar es que los agricultores biodinámicos mejoran sus tierras, tienen muchos menos perjuicios debidos a las enfermedades en las plantas y el ganado (en particular por esterilidad y problemas de crecimiento), no están amenazados por el encamado de los cereales en los años húmedos, y sus cosechas tienen los máximos de proteínas y vitaminas.

Nosotros obtenemos la calidad máxima que puede producirse, pero al lado de esto, los rendimientos de los buenos agricultores biodinámicos se mantienen siempre por encima de la media. ¡Esto es lo que sabemos!

La introducción del método biodinámico va junto con el esfuerzo por mejorar la calidad. Donde hay un interés por mejorar la calidad de la nutrición humana y animal, el método biodinámico encuentra su verdadero lugar. En todas partes los consumidores que desean mantenerse en buena salud han buscado y apreciado siempre los productos biodinámicos.

8. La agricultura biodinámica permite evitar el empleo de las pulverizaciones tóxicas contra los insectos?
No pretendemos que el método biodinámico neutralice completamente los insectos nocivos. Esto daría una idea totalmente falsa. La cuestión importante no es remarcar la presencia de algunos insectos molestos, sino saber si éstos proliferan y causan daños tangibles. Siempre es posible descubrir algunos insectos llamados "parásitos", traídos por el viento o provenientes de zonas infectadas. Esto pasa forzosamente de vez en cuando. Pero en 30 años de experiencias, hemos observado que en agricultura biodinámica no se multiplican jamás hasta el punto de causar daños económicos sensibles.

El problema de los insectos es una cuestión de equilibrio y de regulaciones biológicas. Las pulverizaciones tóxicas no han resuelto el problema y no lo pueden resolver cuando se ha tomado la molestia de restablecer los equilibrios biológicos, la situación llega a ser enteramente diferente

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Elaboración de alimentos ecológicos procesados

Hasta el momento, el movimiento de agricultura ecológica se ha asociado con la producción primaria de alimentos o materias primas alimentarias. Hoy por hoy es posible hablar de un sistema de producción agroindustrial ecológico que crea y mejora los métodos de producción y procesamiento de productos alimenticios, contribuye a un mayor equilibrio entre las necesidades de protección del medio ambiente, por un lado, y la satisfacción de las exigencias y tendencias de los consumidores, por el otro.

Se pueden considerar alimentos ecológicos procesados aquellos productos ecológicos primarios que han sido sometidos a transformación, conservación y envasado producidos con métodos que protegen del ambiente y que pueden incluir la adición de uno o más ingredientes de origen vegetal y de aquellos permitidos por las normas que regulan la producción orgánica.

En otras palabras, los principios que rigen la producción de alimentos ecológicos procesados son los siguientes:

- Producir alimentos de elevada calidad nutritiva en cantidad suficiente
- Emplear sistemas de producción y empaque que requieran el menor gasto posible de agua y energía para su procesamiento y consumo.
- Emplear insumos obtenidos a partir de recursos renovables y completamente biodegradables, y
- Emplear materiales y sustancias que puedan ser utilizados de nuevo o reciclados, tanto en la finca como en la fábrica y en los demás eslabones de la cadena alimentaria de cada producto.

El Códex Alimentarius, la Federación Internacional de Movimientos de Agricultura Orgánica, IFOAM, y la Unión Europea han expedido normas en las que se describen los requisitos para implementar un sistema ecológico de producción de alimentos desde la compra de insumos e ingredientes hasta su transformación y comercialización. Tomando como base las normas mencionadas y las del Ministerio de Agricultura y Desarrollo Rural de Colombia, se describen a continuación los requisitos básicos para obtener alimentos ecológicos procesados.

Selección de materias primas
La selección de materias primas alimentarias y demás ingredientes e insumos utilizados en el proceso industrial es la etapa determinante en la elaboración de productos ecológicos procesados, pues es necesario tener un control riguroso de los métodos por medio de los cuales estos insumos han sido producidos. Los ingredientes de origen agrícola deben ser ecológicos y los demás ingredientes y coadyuvantes deben estar dentro de la lista de los productos aprobados por los reglamentos correspondientes. Tal aprobación exige, por ejemplo en el caso de usar agua como ingrediente, que sea potable y no esté contaminada con residuos químicos ni metales pesados. Otros ingredientes, como la sal, pueden contener carbonato de calcio como antiapelmazante siempre y cuando sea extraído de yacimientos naturales y haya sufrido únicamente tratamientos mecánicos, térmicos, de decantación, lavado o disolución en agua.

Si se debe emplear algún ingrediente de origen no ecológico, éste no debe exceder el 5% (masa/masa) del total a no ser que sea indispensable o que su posible sustituto ecológico no se produzca en cantidad suficiente en el territorio nacional a criterio de la entidad de certificación. IFOAM permite usar insumos químicos sintéticos no naturales siempre que éstos sean químicamente idénticos a los productos naturales como el ácido acético y el alcohol.

Procesamiento
No hay tantas normas sobre el procesamiento de productos ecológicos como las hay para su producción primaria. Las que existen se refieren principalmente a la planta de elaboración, a los métodos de procesamiento, a los ingredientes y coadyuvantes utilizados y a los métodos de limpieza y desinfección.

La planta de elaboración debe estar diseñada de manera que no permita la mezcla o contaminación de los productos orgánicos con otros que tengan origen no ecológico y su desinfección se debe hacer con técnicas y productos acordes con la producción ecológica, tales como los desinfectantes orgánicos. Los métodos de procesamiento deben afectar lo menos posible los ingredientes utilizados; éstos métodos pueden ser mecánicos, físicos o biológicos como fermentación, ahumado, precipitación, extracción (con agua, etanol, aceite, CO2, NO2, ácidos). Se deben elegir métodos de procesamiento que eviten el uso de aditivos y coadyuvantes. Ninguna norma permite usar radiación ionizante.

Empaque y etiquetado
A los empaques y las etiquetas de los productos alimenticios procesados se les ha prestado una gran atención. Los empaques deben ser fabricados con materiales biodegradables, no deben contaminar los productos, deben facilitar su reciclaje y, si es posible, su reutilización. Hoy en día se entiende que la característica primordial de los empaques es economizar energía optimizando sus dimensiones y reduciendo la cantidad de material de envase utilizado. Este enfoque de máximo ahorro de energía no ve la reutilización como algo totalmente ecológico, en cuanto involucra actividades como recolección, higienización y acondicionamiento de materiales, que también consumen energía en forma considerable.

Las normas sobre etiquetado establece que se debe mencionar, en un lugar visible, la cualidad de ser "Producto de Agricultura Ecológica", si éste cumplió con los requerimientos del método ecológico. Esta misma etiqueta debe llevar impreso el nombre de la entidad certificadora, el número de la resolución que la acredite como tal y la identificación del lote al que corresponde el producto. Cuando un producto ecológico elaborado contiene más del 5% (m/m) de ingredientes de origen agrícola no ecológico, la etiqueta sólo podrá señalar que el producto contiene "ingredientes ecológicos", indicando cuáles de éstos son de calidad ecológica.

Almacenamiento y transporte
El transporte de los productos ecológicos elaborados debe realizarse de manera apropiada, es decir, protegiendo sus características. Los productos ecológicos y los no ecológicos deben ser transportados en forma separada para evitar la contaminación del producto.

Las condiciones de almacenamiento y transporte permitidas por las normas de IFOAM incluyen almacenamiento a temperatura ambiente, uso de contenedores refrigerados equipados con mecanismos para medir la temperatura, hielo puro hecho con agua que cumpla con las normas de la OMS para agua potable, atmósfera controlada (con gases como CO2, O2, NO2), refrigeración, congelamiento y, en casos especiales, gas etileno para maduración. Para las áreas de almacenamiento y transporte, al igual que para las operaciones de procesamiento, se deben seguir las recomendaciones de descontaminación, limpieza y desinfección y control de plagas e insectos contenidas en las Buenas Prácticas de Manufactura.

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Prácticas del manejo ecológico de Cultivos

En una conferencia que dicté hace algún tiempo me hicieron un comentario con la premisa de que era imposible ejecutar un cultivo orgánico en grandes extensiones; el productor que realizó la intervención nos contaba que tenía un cultivo de albahaca, que fue expandiendo desde media fanegada pero que cuando llegó a tener 7.000 m2 fue insostenible para él, pues decía que ya no podía manejar los costos de fertilización y las plagas atacaban el cultivo, en forma grave.

En mi desarrollo profesional me he encontrado reiteradamente con ésta afirmación que fue solucionada por el Ingeniero Jacobo Méndez, quien intervino después de este productor y nos dijo una frase que hoy hace parte de las capacitaciones que dictamos a nuestros productores: "Si Usted tiene un cultivo y se encuentra seriamente alterado por plagas, enfermedades o lo alteran seriamente las condiciones climáticas, Usted NO TIENE UN CULTIVO REALMENTE ORGÁNICO".

Esta frase nos lleva a un punto, que a mi juicio es interesante; ¿Qué tan orgánico es realmente el cultivo que tenemos? Un cultivo orgánico debe propender por el uso de insumos económicos y por reutilizar lo posible; esto debería ser más enfático, cuando se habla de construcción y aplicación de fertilizantes y estos fertilizantes en el suelo deben hacer que nuestras plantas tengan herramientas para defenderse naturalmente de las plagas, las enfermedades y las alteraciones climáticas; de no ser así, estamos ante una serie de desequilibrios que no hemos considerado y operan en nuestro lote; estos desequilibrios son la base de todo, menos de un adecuado manejo y aplicación de filosofías orgánicas. El hecho de gastar y gastar recursos (humanos y económicos) sólo evidencia el que no tengamos un cultivo orgánico.

Debemos entonces buscar reutilizar insumos y dentro de estos está la vida con la que cuenta nuestro lote; no podemos exterminar a nadie, pues esto implica serias alteraciones en las cadenas tróficas y por lo tanto en el ecosistema; tampoco podemos obligar a nadie (vegetal o animal) a que deje de alimentarse, pues ello no es natural; mucho menos debemos obligarlo a que se alimente de un nutriente particular y es aquí en donde nos alejamos de la Agricultura Convencional, que pretende que la planta tome 30 kg por hectárea de nitrógeno, con total desconocimiento de las Necesidades que ella tiene ni de las Abundancias que puede llegar a tener el lote.

Solo cuando entendamos la belleza de la Expresión del Talento Real que el Reino Vegetal tiene para convertir sus Necesidades en Abundancia, lograremos entender y manejar un esquema correcto de fertilización, pues estaremos nutriendo al suelo y no a las plantas.

Cuando entendamos esta misma ecuación (Necesidad U Expresión del Talento Real = Abundancia) en el Reino Animal, nos sorprenderemos de lo que significa realmente un sistema ecológico o una cadena trófica. Finalmente, entender esta ecuación y la forma como opera en el Reino Mineral, nos debería llevar a cambiar nuestra estructura mental y, en la práctica, llegar coherentemente a aplicar cada vez menos fertilizantes, pues este sistema productivo cada vez requerirá menos entradas. Tan solo debemos tener claro que estamos ante un necesario cambio cultural. No deberíamos tener la necesidad de defender nuestra imagen propia.

La Naturaleza no lo hace. ¿Por qué si lo hacemos nosotros?

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Influencia de la Luna en las actividades agrícolas

Referenciamos a continuación una descripción breve de las características de cada fase lunar, para la programación de cada una de las labores culturales que se ejecutan en la producción agrícola. Además entregaremos mensualmente el Calendario Agrícola, para ayudar con este mismo fin, a nuestros productores. (haga click acá para ver el calendario)

Luna nueva
Bajo esta fase se originan cambios de fuerzas lunares de abajo hacia arriba; aunque la savia se encuentra activa en la parte inferior de las raíces, es una fase de crecimiento, de resistencia y de calidad alimenticia; sin embargo, se dice que el poder germinativo de las semillas es mínimo; los órganos mas favorecidos en esta fase son la flor y el fruto.

Practicas recomendables:

  • Podar plantas y árboles enfermos para que se regeneren desde el cuarto día de la siguiente fase, la luna creciente.
  • Las plantas que se arrancan selectivamente de un lote después del tercer día de esta fase, difícilmente vuelven a brotar.
  • Es una fase con una excelente influencia en la labor de control de plagas, especialmente de insectos; hay quienes dicen que es recomendable hacerlo inmediatamente antes de luna nueva, mientras que otros manifestamos el hecho de que el mejor momento son los tres días posteriores a esta luna.

Prácticas no recomendables:

  • No se recomienda realizar procesos de siembra ni de germinación, pues las plantas se desarrollan lentamente.
  • No realizar labores que alteren o lastimen las raíces, tales como desyerbar o trasplantar; tampoco probar nuevos fertilizantes y evitar cualquier aplicación radicular de preparados fuertes.

Luna creciente
Los fluidos disminuyen su actividad sólo en los tres primeros días de esta fase y luego incrementan su actividad; la savia asciende y proporciona vigor, crecimiento, maduración y sustancia incluso hasta cuatro días después de la luna llena. Los órganos favorecidos son las hojas y las raíces.

Prácticas recomendables

  • La siembra de plantas en este periodo proporcionará plantas frondosas, jugosas y fuertes; igualmente es recomendable realizar los injertos bajo la influencia de la luna creciente, teniendo excelente resultado, cuando esta labor se realiza bajo un signo de fuego.
  • Se puede hacer cualquier actividad en el suelo que implique "liberación" del mismo; procesos de descompactación o desalinización suelen tener buenos resultados cuando se realizan en esta fase.
  • Se recomienda cosechar las plantas medicinales y aromáticas para terapias en esta fase, pues aquí concentran eficientemente sus principios activos.
  • Por esta misma razón, es recomendable realizar los tratamientos biodinámicos y alelopáticos al follaje en este periodo.

Prácticas no recomendables

  • No se recomienda abonar en esta fase, pues los nutrientes difícilmente penetran y pueden llegar a lavarse, perdiendo le efectividad en las aplicaciones.
  • Tampoco se recomienda podar en luna creciente, pues las plantas pierden demasiada savia.
  • Se dice que no es el periodo mas recomendable para combatir plagas, especialmente hormigas y babosas.

Luna llena
En este periodo, la dinámica de los fluidos llega a su punto máximo, especialmente cerca al cuarto día de esta fase, por lo que se fomenta el poder germinativo y el crecimiento; la savia bruta asciende con gran poder nutritivo, por lo que no es recomendable realizar labores que afecten en forma extrema a los órganos de las plantas y se trata entonces de un periodo de crecimiento conservador sobre todo en los últimos días de esta fase como puede apreciarse en nuestra figura.

Prácticas favorables

  • Como se comentó anteriormente, el mejor periodo de siembra se halla entre los tres días anteriores a la luna llena, hasta el cuatro días después, aunque hay quienes manifiestan que es mejor no sembrar el día de luna llena.
  • Esta fase es ideal para realizar labores de fertilización.
  • Se recomienda dinamizar todos los preparados líquidos, exponiendo a la luz de la luna los hidrolatos y purines, aplicándolos lo antes posible.

Practicas no recomendadas

  • No es conveniente trabajar la tierra en esta fase y en especial en el cambio de luna.
  • Tampoco es conveniente podar, puesto que la pérdida de savia es tal que incluso los árboles pueden morir.
  • No es recomendable repicar o cavar cerca de las plantas para no interferir en su flujo energético y/o en las fuerzas cósmicas aplicadas.
  • Tampoco es conveniente regar, excepto en periodos de sequía; se debe tener en cuenta que en luna llena muchas veces se presentan cambios climáticos que favorecen la aparición de lluvias.

Luna menguante
Durante esta fase los fluidos diminuyen su dinámica y se presenta el punto mas bajo, cerca del quinto día de esta fase; ahora la savia ha empezado a descender, potencializando aquellas actividades que involucran forma, calidad alimenticia y resistencia, por lo que es una fase principalmente de conservación, en donde las plantas se fortifican. Esta es una de las mejores fases para realizar la mayoría de las labores agrícolas, que, se dice, se potencializan cuando se realizan en horas de la tarde. Los órganos favorecidos son principalmente la flor y el fruto.

Prácticas recomendables

  • En esta luna, el suelo inhala, por lo que el suelo recibe en forma adecuada nutrientes, siendo un buen momento para fertilizar y regar las plantas.
  • Esta fase es propicia para realizar aquellas labores de podas que busquen disminuir el crecimiento, la frondosidad o la propagación de las plantas. En nuestra profundización, hemos visto, que la labor de poda es mucho mas efectiva sin daño a la planta cuando la luna menguante se encuentra bajo un signo de fuego.
  • Similar con lo que ocurre en luna creciente, las plantas que han sido arrancadas en luna menguante, no crecen rápidamente.
  • Es la luna ideal para cortar madera de todo tipo y es recomendable realizar esta actividad en horas de la madrugada.
  • En líneas generales, todos los productos que se obtengan por debajo del suelo deben cosecharse en esta luna.
  • Por último, se dice que es la fase mas adecuada para realizar labores como el castrado, hacer operaciones o curaciones a animales, herrar o descornar.

Practicas no recomendadas

  • No es recomendable purgar o controlar parásitos internos.
  • Ya que es una luna con baja dinámica de fluidos, no se recomienda sembrar pues no se obtendrán crecimientos interesantes, ya que ni la hoja ni la raíz son órganos beneficiados en esta fase. Sin embargo, hemos comprobado que las plantas que dan fruto bajo tierra, como la papa, la zanahoria y la yuca, se dan muy bien cuando se siembran en luna menguante, bajo un signo de tierra

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Aspectos generales de la fertilización ecológica

Para llevar al campo una técnica de fertilización que se encuentre acorde con la Naturaleza y esté en equilibrio con la misma, debemos primero tomar en cuenta algunos aspectos teóricos que describen el comportamiento del Reino Mineral en esa fusión que se denomina "capa de suelo cultivable".

Es importante empezar mencionando los componentes que tiene el suelo, puesto que allí se desarrollo la actividad nutricional de las plantas y debe ser analizado en detalle; el suelo, desde este punto de vista tiene tres fases, como se muestra en la figura.

Componentes del Suelo. Fases Sólida, Aérea y Coloidal.

a) La Fase sólida, que esta formada por partículas o fragmentos de roca, constituídas por diversos materiales químicos; estas partículas se clasifican desde el punto de vista agrícola según su tamaño en Arenas (las mayores, representadas en color marrón), Limos (de tamaño intermedio y representadas en gris) y las arcillas (de menor tamaño y de color azul plateado).
b) La Fase Aérea, también llamada espacio poroso la constituye el espacio que se encuentra entre partícula y partícula del suelo.
c) La Fase Coloidal, que se genera por la presencia de agua que es retenida en la superficie de las partículas sólidas; es un estado coloidal, porque además de agua, se encuentra formada por elementos químicos "libres", que son retenidos por eléctricamente por iones del suelo que atraen un conjunto de partículas del agua.

Esta última fase, la coloidal tiene una especial importancia en el proceso de fertilización, pues los pelos absorbentes de la planta toman el alimento de esa fase y si esta no existe, la alimentación radicular no es posible.

La fertilización consiste entonces, en manejar equilibradamente esta fase del suelo; en favorecer la cantidad de agua del coloide y propender por la máxima cantidad de iones libres de una gran diversidad de elementos químicos, de modo que la planta los puede absorber y utilizar fácilmente, según le convenga a ella.

Esta última frase es de vital entendimiento; no podemos pretender "programar" a la planta para que "deba" alimentarse de un grupo o paquete de elementos químicos; en necesario entender que es la planta, con las condiciones particulares del medio en el que se desarrolla, quien debe natural y sabiamente "decidir" que elementos le convienen mas; nosotros tan sólo debemos procurar poner en la fase coloidal la mayor cantidad de elementos libres posibles; para ello recurrimos, desde el punto de vista trófico (de la alimentación), a la ecología, pues dependemos de la forma como se mueve la energía producto de la alimentación de los diferentes seres y de los subproductos generados en esta alimentación, para garantizar biodiversidad de elementos químicos.

Este concepto es explicable de modo más sencillo, si damos un ejemplo; si nosotros tuviéramos sed y estuviéramos en un sembrado de sandías, podríamos teóricamente suplir nuestra necesidad; pero si los frutos están verdes, no serían fácilmente asimilables por nuestro cuerpo; algo similar ocurriría si en vez de adultos fuésemos niños de 6 años, sin la fuerza o habilidad que tiene un adulto, pues aun cuando los frutos estuviesen maduros y disponibles, no sería fácil para nosotros suplir nuestra necesidad.

Es importante notar que en el primer caso, si consumimos los frutos verdes, podemos aliviar parcialmente la sed, que representaría nuestra necesidad, pero estaríamos expuestos a enfermedades, pues no es la forma natural en la que asimilamos ese alimento y allí, la fertilización se puede llegar a convertir en un factor que nos debilite ante el embate de un ataque de plagas, enfermedades e incluso de alteraciones climatológicas.

Ya con estos conceptos claros, tenemos que mencionar que existen algunas acciones, labores o prácticas que ayudan a ubicar los elementos químicos en cantidad y disponibilidad, en esa fase coloidal del suelo, muchas de las cuales han sido referidas repetitivamente en las lecturas de este curso.

Mencionaremos varias de ellas, aclarando que la principal herramienta, maquinaria y fertilizante, es tener vida en el suelo; de esta forma, no es posible hablar de una fertilización natural, que no sea ecológica, pues depende y es dependiente de los organismos que transformen permanentemente esos nutrientes y los transformen en otros mas simples o complejos; para lograr este propósito general, podemos utilizar prácticas como:

  • Manejar cultivos con bajo o cero laboreo.
  • Manejar coberturas vegetales, muertas o vivas, pero preferiblemente estas últimas, por cuento nos ahorran trabajo.
  • Introducir y/o devolver al suelo suficientes cantidades de material microbiano, que incrementen o mantengan la fertilidad y la actividad biológica.
  • Manejar rotaciones y abonos verdes.
Todas estas prácticas son importantes, pero lo imprescindible es considerar que no debemos obligar a la naturaleza a alimentarse o a dejar de hacerlo, lo que puede entenderse como moraleja cuando se estudian los diferentes escritos y otros artículos sobre Trofobiosis, por ejemplo y, que deberían ser la base de la llamada Agricultura Orgánica.

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Ciencia Alelopática

En las comunidades bióticas, muchas especies se regulan unas a otras por medio de la producción y liberación de repelentes, atrayentes, estimulantes e inhibidores químicos. La alelopatía se ocupa de las interacciones químicas planta- planta y planta- organismo, ya sean estas perjudiciales o benéficas.

La alelopatía es pues, la ciencia que estudia las relaciones entre las plantas afines y las plantas que se rechazan, utilizando las ferhormonas para evitar el ataque de las diferentes plagas y enfermedades a las que pueden ser susceptibles.

En los tejidos vegetales hay ciertas sustancias que constituyen un sistema de defensa. Estas sustancias llamadas "alelo químicos alomónicos", son compuestos moleculares que actúan como señales o como mensajeros de disuasión, produciendo efectos repulsivos, antialimentarios, tóxicos, alteradores de la fisiología y/o comportamiento sexual o poblacional de insectos.

Estas relaciones se hacen especialmente importantes a medida que las plantas adultas sintetizan esencias y aromas característicos. El fríjol verde y la fresa, por ejemplo, prosperan más cuando son cultivados juntos, que cuando se cultivan separadamente. La lechuga sembrada con espinacas se hace más jugosa cuando se siembra en relación de 4 a 1. Alguna plantas segregan unas sustancias tóxicas que no permiten ser cultivadas en asocio, un ejemplo de estas es el ajenjo cuyas raíces son tóxicas; sin embargo estas mismas sustancias controlan pulgas y babosas cuando se utilizan en forma de té; también aleja los escarabajos y gorgojos de los granos almacenados. El hinojo, el eneldo y el anís rechazan insectos terreros.

Como los anteriores ejemplo, existen un sinnúmero de plantas de gran valor por sus propiedades alelopáticas. A continuación ampliaremos algunos aspectos de importancia para todos aquellos que tienen que ver con el sector agropecuario o que sencillamente se interesan por este fabuloso e importante tema.

Breve Historia de la Agricultura y su giro hacia la química

Hace unos 10.000 años nuestros antepasados, que subsistían a partir de la caza, la pesca y la recolección de frutos silvestres, comenzaron a domesticar animales y a cultivar algunos cereales, iniciaban los principios de la agricultura. Con el tiempo se amplió el número de especies cultivadas, se seleccionaron variedades adaptadas a las condiciones locales y a los usos y costumbres de la zona, se mejoraron las técnicas de cultivo y se desarrollaron herramientas y productos.

Fue una evolución lenta pero constante, basada en la experiencia y en los errores, en la que las características ecológicas y culturales de cada lugar eran fundamentales y había una estrecha relación entre las ciudades y el campo. Es a mediados del siglo XIX cuando, al establecerse las bases de la química agraria, se abre el paso a la utilización de los abonos químicos, primero con la comercialización a nivel mundial del 'guano' del Perú y del Nitrato de Chile y después con los abonos de síntesis que llevaron al abandono de la fertilización orgánica para centrarse en el aporte de unos pocos elementos minerales.

A los abonos se suma pronto el motor de explosión que facilitan la mecanización y, con ella, la intensificación y un exceso de especialización que conducen a la generalización de los monocultivos.

A mediados de la década de 1940, se populariza el DDT y se de inicio a la creación de fitosanitarios de síntesis, seguida después con la amplia gama de insecticidas, herbicidas, fungicidas y demás biocidas, puestos hoy a disposición de la agricultura.

En los años 40 y 50 la agricultura tradicional, que venía realizándose en muchas zonas sin grandes cambios tecnológicos, sufre una crisis debido a las guerras y a una baja de precios de los productos agrícolas.

Los salarios de la industria aumentaron y se produjo un éxodo de trabajadores del campo a las ciudades; en la agricultura permanecen aquellos que reducen los costes y la mano de obra a través de la mecanización y los agroquímicos.

Posteriormente se generaliza la creación de nuevas variedades, desarrolladas en unos pocos centros de investigación en todo el mundo, son variedades de alta producción pero dependientes del aporte de grandes cantidades de insumos externos (abonos y plaguicidas, entre otros) y totalmente desligadas de las condiciones, tanto ecológicas como culturales, de la zona de cultivo.

La Revolución Verde se llevó por delante una gran variedad de modelos de producción agraria adaptados a cada zona para generalizar un único modelo en todo el mundo que conlleva una serie de nuevos problemas. Los grandes cambios que se han dado en los últimos 50 años no han tenido en cuenta hasta donde podrían llegar sus repercusiones.

Se ha llegado a un importante aumento de la producción agraria que, muy alejada de acabar con el hambre en el mundo, lleva ahora aparejadas toda una serie de problemas d carácter ambiental, sanitario, técnico y social.

Se alzaron voces como la de Rachel Carson con su libro Primavera silenciosa, que advertían de las consecuencias de este sistema de producción, pero en general los avisos no fueron atendidos, continuándose con el mismo modelo, al que ahora se añade una nueva incógnita: los alimentos transgénicos.

Carson manifiesta en su obra, que la agricultura moderna interfiere en la calidad de los alimentos, y lo hace de dos maneras; una, por la presencia de tóxicos en la alimentación y otra, por la ausencia de ciertos nutrientes por causa de una fertilización deficiente. Las empresas que aún hoy fabrican estos productos y las reglamentaciones que facilitan su uso, argumentan que la presencia de estos químicos en las plantas es baja y tolerable por el organismo, o que se trata de sustancias que se degradan rápidamente en el medio ambiente.

Sin embargo, hace ya varias décadas, Claude Aubert, del Instituto Nacional de Agronomía de Francia, presentó al mundo el caso de los organoclorados, compuestos que en la leche de las mujeres era de veinte a cincuenta veces superior al de la leche de vacas, dado que los pesticidas se van acumulando y son eliminados a través de la leche en una cantidad más concentrada. Esta fue una constatación que, entre otras, llevaron a la prohibición de los organoclorados en Europa, aunque en nuestro país se encuentran en la mayoría de las tiendas agrícolas en nuestros pueblos.

La creciente industria de los químicos para el campo no podía parar. Se desarrollaron a continuación biocidas de segunda generación, los organofosforados. Se creía que debido a que estos se degradan en pocos días el problema estaba solucionado. Sin embargo, no tuvieron en cuenta que estos pesticidas se transforman en productos de degradación, de cuyos efectos hay un total desconocimiento.

Aquellos sectores de la sociedad científica, que no se hallaban bajo presiones económicas encontraron ciertos efectos por la aplicación de los organofosforados. Los abonos químicos industriales como el nitrógeno, sodio y potasio, desequilibran el suelo desde el punto de vista mineral, ionizándolo de una manera exagerada. Estos iones penetran por ósmosis, dada su alta solubilidad; la planta los absorbe en mayor proporción de la que necesita y se desequilibra , entregando unos alimentos que no nutren, disminuye las defensas del organismo, y favorece la aparición de enfermedades graves, al no haber un suministro normal de oligoelementos.

Aparecen entonces, algunos visos de la agricultura orgánica, como una técnica que puede asegurar a las plantas, y por consiguiente al hombre, un suministro normal de los oligoelementos necesarios, basada en la fertilización limpia, en la lucha indirecta y no violenta contra los parásitos y en colaboración permanente con la naturaleza.

Se genera entonces una discusión sobre temas que tocan directamente al ambiente, como el uso de abonos verdes, lombricompuestos, compost, rotaciones, uso de cultivos alternados o plantas compañeras y en general la disminución de actividades que generen desequilibrios en el lote. Sin embargo, pese a la importancia económica y ambiental, un informe del año 1987 de la Organización Mundial de la Salud descalificaba irónicamente estas prácticas considerándola una "fobia química", un "entusiasmo sentimental por los viejos tiempos". A continuación el informe realiza una revista "necrológica" acerca de la temprana edad a la que fallecieron sus principales precursores.

Unos años antes de que se lanzara la revolución verde, en la década de 1.970, se publicaban artículos en donde se ridiculizaba a los agricultores que se negaban a utilizar los agroquímicos. Harland Manchester, en una extensa campaña periodística a lo largo de las décadas del 60 y 70, en artículos de difusión masiva como los de la revista Reader's Digest, se refiere a los abonos orgánicos como un "mito supersticioso propio de granjeros ignorantes".

En 1970, Borlaug, el padre de la Revolución Verde fue galardonado con el premio Nóbel de la Paz, por su contribución a la selección de cereales apropiados para la producción intensiva. La propuesta era tomar lo que funcionaba del patrimonio genético de un vegetal, trivializando el resto, y por ende empobreciendo nuestra relación biológica con el medio ambiente. Esta síntesis científica es propia de cierto reduccionismo utilitarista que despoja a los recursos naturales o culturales de sus variables singulares justificando el despojo con argumentos utilitarios o altruistas. Con la promesa de un mundo sin hambre, se inundo el mercado mundial con cereales híbridos de alta producción adictos a dosis crecientes de fertilizantes e insecticidas sintéticos.

Hoy, hay una situación real que no podemos desconocer, pues todo este sistema de producción y distribución esta basado en un recurso no renovable: el petróleo; con petróleo se hacen insecticidas, funguicidas, herbicidas, fertilizantes y la mecánica de tractores, riego y transporte.

A esto hay que agregarle la molienda, la cadena de frío y/o sistemas de conservación y envasado. Y como el petróleo es cada vez más costoso, el sistema económico internacional, ya esta anticipándose a la crisis que se avecina patrocinando investigaciones para desarrollar una nueva idea: la alimentación trasngénica; y aunque hoy no se encuentra ridiculizada, si se ha generado algún desdeño por la agricultura orgánica, que otorga independencia al pequeño productor, pero que aún no disminuye suficientemente las ventas a las multinacionales.

En la actualidad, estamos viendo y viviendo las consecuencias derivadas de la sobrexplotación y contaminación del medio: crisis cada vez más frecuentes como la da las vacas locas o la carne con dioxinas, contaminación de pozos cuya agua ya no se puede beber, problemas de intoxicación por la aplicación de productos químicos, alergias al ingerir residuos en los alimentos, costes energéticos cada vez mayores.

En su momento se pensaba que los cambios hacia enfoques químicos garantizarían la producción de alimentos sin ningún tipo de efecto secundario. Sin embargo poco después se empezaron a detectar los problemas y efectos no deseados, originando movimientos que buscaron otros modelos de producción, los cuales hoy se encuentran agrupados en todas las tendencias de Agricultura sostenible, cuya filosofía central resumimos cronológicamente a a la izquierda de esta página.

A través de la agricultura orgánica se generan productos agropecuarios sin la utilización de insumos de síntesis química artificial (plaguicidas, fungicidas, hormonas, fertilizantes, semillas modificadas genéticamente), buscando optimizar a la vez las distintas funciones de un sistema natural (dinámica de poblaciones, cadenas tróficas, reciclaje de nutrientes y energía, productividad) para ofrecer productos de mayor calidad relacionados con la salud de los consumidores, productores y con la protección del ambiente biofísico.

Para lograr lo anterior, la agricultura orgánica recurre a técnicas de producción que se utilizan, en lo posible, de manera simultánea e integrada en el tiempo y el espacio, atendiendo a las necesidades particulares de cada finca para evitar caer en la formulación de "paquetes tecnológicos".

Entre tales técnicas se destacan los controles biológicos a partir, no tanto de la introducción de predadores específicos, sino del manejo mismo del agroecosistema; el uso de extractos vegetales abonos orgánicos (especialmente estiércoles y residuos vegetales procesados), minerales primarios, rotación y asociación de cultivos, alelopatía (efecto de vecindad entre las mismas plantas) y preparados de microorganismos, entre otros.

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